miércoles, 4 de junio de 2008

Monster Of Rock 2008 (Crónica Tardía)


He regresado! Tambaleándome de un infierno de pruebas y festivales, casi famélico.
Pero en mi oscuridad recordé que le debía a mi pueblo devoto de Chapulin Producciones.
Le debía información y noticias. Pero no tengo nada reciente, soy sincero.
Y por ello decidí hacer una “Critica”
Exacto, Una crítica (Tipo Crónica) del Evento “Monster Of Rock 08”
Cuento viejo con una historia extensa pero escrita con mesura. Con lujo y detalle.
Se recomienda leerlo con tiempo.
Y sin más preámbulos inicio lo que importa aquí:

-Monster Of Rock 08’

Lo recuerdo todo como si fuera ayer…
Okey, esto fue hace mas tiempo que la xuxars, lose. Pero me comprometí a hacer de corresponsal de este evento, y ya hace más de dos meses que sucedió.
Más vale tarde que nunca. Dicen.
Todo se inicio el Martes 1 de Abril en la Pista Atlética del Estadio Nacional.
Habrían a las 6:00 PM, pero al parecer tenían abierto hace rato la reja con el control policial. Mi primer acontecimiento al llegar fue ver como se llevaban a dos sujetos copetiados. Había uno que otro tomándose una chelita afuera, pero los brea’ estaban súper volaos y los sacaron cagando.
Y a pesar de todo el show, te toqueteaban un poco los bolsillos y estabas dentro.
No me pareció muy serio el control, no se si será así siempre, refiriéndome a eventos de esta magnitud.
No puedo exagerar que tengo imponentes conciertos en mi cuerpo, pero el escenario parecía titánico en comparación a otros conciertos que he ido. De todas formas no estamos dentro del calibre de buenos terrenos para tocatas al aire libre. Peor es nada.
Una masa de gente se agolpaba en frente y las esquinas del escenario con pancartas, gritos vikingos y vasos de alcohol en las manos, como palomas a sus migas de pan.
Por suerte había una galería habilitada al costado derecho del escenario y tampoco estaba muy rebalsada por lo que me situé allí. Me encontraba agradablemente sentado y con una vista panorámica, a unos metros del centro.
Con una música de fondo que variaba desde un Rock Clásico de Hendrix hasta un Grunge piola de Audioslave bajo el imponente sol. Todos esperaban impacientes.
Existían stand de cerveza y bebida, comida chatarra y poleras de Ozzy y Korn y como mil baños químicos.



De la nada misma la distensión se rompe paulatinamente con unos hiperventilados chascones y un corpulento calvo comienza a gritar guturalmente una tonada.
Eran “Árbol”, conformación Argenta de Agro. De calidad aceptable con temas en pro aborígenes tirando flores a los mapuches y publicitando nuevas tocatas en Shile.
Tenían estilo, un poco monótono, pero el vocalista era seco.
Me agradaron aun mas por el hecho de que osaran esbozar “Bulls On Parade” de "Rage Against The Machine”.
Pero la calidad técnica no era bien apreciada por los Ochentenos del lugar, por lo que las reacciones se enmarcaban en un sistema de juegos y competencias.
Me explico, quien tirara un objeto y acertara a uno de los integrantes era aceptado por su manada sudorosa y reconocido por sus pares. El mismo sistema con los escupos.
Y porque no, otros especimenes se subían sobre otros para gritarles xuxadas variadas de nuestro lenguaje y olluos con ira en sus rostros.
Eso es respeto Carajo!!

La locura termino por un rato, casi por un nanosegundo, porque al instante en que se van, un telón cae, dejando entrever un Cráneo característico y con un bordado que reza “Black Label Society”. Unos cánticos inteligibles y más música de fondo suceden en 2 horas de espera. Un enfermo terminal con dos horas de vida moriría sin misericordia, pero la diversión llegaba por donde se le mirara.
La gente era extraña. Había muchos dobles de Jonathan y Ozzy por donde vieras, una variedad de poleras interminable, gente que iba de niños pequeños a adultos mayores apreciaban el show. Gente con Mohicanos teñios y ejecutivos clasistas estaban en la multitud.
En un instante, un círculo en medio de la pista fue agrandándose. Captaba la atención de todos, incluso la mía. Mis ojos no me engañaban, eran dos perros tirados a Pastor Alemán luchando encarnecidamente en el centro. Como espartanos aullaba la gente a su alrededor ideando a sus postores, agitando puños en el aire y diciendo: Hey Hey Hey!
Pasado el desquicio, mi distracción se vio usurpada por los gritos de Zakk.



-“Santiagoooooooooooooouuuu!!” Decía Zakk.
El telón cae y los guitarrazos provenían de unos veteranos con una apariencia delgada y fibrosa dignos de un Californiano pero con unas barbas tipo ZZ Top Tejanas.
Con suerte baje temas del grupo el mismo día y las escuche en el trayecto al Estadio Nacional. Pero no hay ni una bastarda comparación con el profesionalismo y sinergia que a mis oídos no se agotaban de oír en vivo en aquel instante. Los solos eran orgasmos adictivos que no aburrían a nadie. Sorprendente. Impresionante.
La famosa “Epiphone Les Paul Custom” de Zakk Wylde era alzada en cada instante por su dueño, pero este usaba un repertorio de mínimo 3 guitarras.
Hacia solos hijoeputa sin uñeta y como si nada tocaba su Tapeo (golpear con las yemas de los dedos las cuerdas sobre los trastes) loco de vez en cuando. Jugaba con el retorno de la guitarra dejándola en el suelo y tenia como 30 pedales en sus pies.
La voz del me recuerda a la de “Scott Weiland”, el ex cantante de “Velvet Revolver”.
Un cabronazo que término (nuevamente) alzando su guitarra sobre su cabeza y besándola.
Ego con fundamento.

Aquí un trozo del show. Bajo gusto personal, mi tema favorito de Black Label Society.
“Fire It Up” (El de mejor calidad que encontré. Te sentirás como un espectador. Verlo entero para apreciar los solos):



Ya estaba oscureciendo, y repasaba en mi cabeza la odisea de un hombre que gozaba lanzarse al público constantemente durante la estancia de BLS. Su Modus Operandi consistía en causar revuelo, saltar sobre todos y acto seguido los guardias (gorilas calvos, así es, simios sin pelo he dicho) lo agarraban de algún miembro o apéndice y era lanzado contra el suelo. Al otro extremo estaban las rejas y el escenario. Los hombres lo retaban y luego lo lanzaban como pinball entre ellos hacia una rejilla que actuaba como puerta (al lado de la carpa de Emergencia). Repitió el mismo procedimiento unas tres veces. A la tercera ya lo lincharon y lo amenazaban con echarlo del estadio. Todo esto lo aprecie de mi gloriosa grada.

Ahora comenzaba lo bueno. A estas alturas estaba extasiado, pero obviamente no era suficiente.
Y fue así, que un tramoya sigilosamente puso un curioso objeto recubierto en un velo negro. Muchos desconocían lo que había bajo de ello, pero los fans de “Korn” ya estaban eufóricos. Y acto seguido, dentro de movimientos varios, el velo es descubierto dejando entre ver el micrófono único de Jonathan. Como dato curioso, aquel atril-micrófono fue creado que nada mas y nada menos que por H.R Giger (Artista under legendario que diseño a “Alíen” e incluso hace las portadas de los libros de H.P. Lovecraft en algunas editoriales).
Verlo en vivo es distinto, al igual que Korn. Merece apreciación. Una vez ingresado toda la banda se inician los juegos de luces colorientas mas humo espeso y música tétrica de circo.
Aquel mismo método era un particular interludio entre las canciones. El vocalista se encontraba delgado y súper alegre, hablaba en cada pausa y tiraba tallas junto al publico.
Como ejemplo, y como han de suponer, no todos estaban allí por Korn.
Los tradicionales Rockers Octogenarios y correspondientes devotos apabullaban a la banda con barras que invocaban a Ozzy. Y Jonathan respondia con un:

-“Guys, You Want To See Ozzy? Yeah, I Can Either Wait To See It Too!”
(Chicos, ¿Ustedes quieren ver a Ozzy? Si, ¡Yo tampoco puedo esperar para verlo también!).



Slaps duros de Fieldy y un Munky divino que casi no aterriza a Chile por estar enfermo.
Obviamente se extrañaba al Cristiano Head retirado de la banda y al gran batero David Silveria. Tocaban clásicos del 97 (-“Old School 97!!”) como “Faget” y de los nuevos un par solamente. En si quede con gusto a poco. Demasiado breve y estructurado. Casi me cage cuando comienza a tocar con la Gaita, las tonadas de “Shoots & Ladders” (famosa canción), pero fue un esbozo introductorio. Jon transformaba canciones suaves en ritmos ácidos con gritos carrasposos y oxidados. Una faceta distinta y agradable.
Pero ya era hora de irse.

Video amateur del momento mismo. El tema es “A.D.I.D.A.S.”. (con el fervor desafinado de groupie’s y apreciaciones coprolalicas integradas):



Mi historia favorita ocurrió al término de ellos. La imagen aun esta fresca en mi cabeza.
Un hombre borracho o drogado caminaba con su posible mujer cuando, en un deslice, se resbala un pie y vuela de hocico al pavimento de las escaleras. Si las escaleras de las gradas, al lado mío. Enfrente de mis ojos.
A pesar de que el pobre desgraciado intenta inútilmente salvarse con su brazo, la reacción fue lenta y no evito que se doblara el cuello (el wn se desnuco, yo lo vi!). Aun así se pelo el brazo entero. La mujer no lo asistía y hasta que todos vimos como caía ante la gravedad al final de los escalones, sorpresivamente se para, se limpia un poco, y comienza a caminar de la mano con la señora.
Efecto placebo? Umbral del dolor extirpado? Hijo de Chuck Norris?, solo Yahvé sabe que sucedió al día siguiente con ese hombre. Aseguro que no le molestaría un tenue hachazo.

Las luces se apagan. Los proyectores se prenden. Ases de luces se detenían en las pantallas que oscilaban al viento. Pero algo incomodaba. No había coherencia alguna con lo que sucedía a continuación.
Estábamos viendo “Piratas del Caribe”! Ok, esto es el colmo de la publicidad, reflexionaba.
Pero me precipitaba a una sátira. La escena era ultra conocida, divisábamos a Jack Sparrow a la distancia. Se da la vuelta y comienza a hablar. Todos ríen.
El fulgor me distrajo, porque no era el gay Johnny “Deep Troath” quien interpretaba al personaje. Así es!, Era el mito, era “Ozzy Osbourne”.
Incluso tenía unos guacamayos al hombro y les arranca la cabeza a mordiscos.
Una larga introducción burlesca de famosas series y películas americanas. Recuerdo difusamente “El Padrino” y algún programa de canto quizás. Mientras esto ocurría escuchábamos nuevamente:
-“Santiaaaaaaaaagooooou Shiiiiiilleee!!



La pantalla pone la Cruz de Ozzy. Ahora las luces se prenden y enfocan al escenario.
El tipo grita: -“Oe oeoeoe!!”
A lo que el pueblo responde: -“Ozzzyyyy Ozzzyy!!!”
Explota la música. Estos gallos saben. Son la panacea del Heavy Metal ante mis ojos. Incluso Zakk había vuelto a tocar con su proser.
La momia se oía como antes. Como siempre no, incluso un poco seco pero le daba el toque.
Tiritaba un poco por un síndrome similar al parkinson que posee, lo que lo hace ver como un hiperquinético. En uno de sus actos, toma un balde de agua y lo riega al público.
Este hombre, por cuan vendido que sea, es parte de la historia. Casi se nos muere degollado en un choque de moto de nieve. Pero parece ser invencible.
Recuerdo los siguientes pedazos de temas ancestrales: “Crazy Train”, “Iron Man”, “War Pigs”, “Mr. Crowley” y “Paranoid”.

Incluso le tengo la joyita de “Mr. Crowley” en vivo. (de introducción larga):



Aun así, soy un condenado escolar aun. Al día siguiente tenia clases. Además mi hermana le dolía la cabeza, así que nos retiramos antes de las 11:00 PM
No me fui antes sin antes recurrir a la compra de una camisa del recuerdo. No tenía ni una de Korn, por lo que me lleve una.

Nota: 8 puntos, 3 medallas y 1 Mastodonte.

Lo Bueno: Producción, escenografía, sonido, etc.
Lo Malo: Control policial flaite, recinto pequeño (se pudo haber hecho en el Estadio mismo y no en la Pista), esperas largas y eso provoco que se hiciera muy corto todo.
Lo Feo: Cero respeto a la diversidad. O quizás es que había mucha diversidad, como posers y picados “a”, provocando intolerancia y frenesí.
Aun así no supe de disturbios mayores antes ni después.



Concluyo que fue un Gran día. Si hubiera tenido mayor organización y administración de tiempos de mi parte, pienso que no seria el único con una apreciación subjetiva. Incluso ese día pudo haber pasado muchas cosas.
Eso seria. Pardonnez-moi.

Chaos!
[SvartaL. Yo Loco Loco, Tu Loquita Loquita. Tu Loco Loca, Yo Loquito Loquito!]CHPro Staff!

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